martes, 8 de junio de 2010

Greenpeace- ARGENTINA♥ Campaña Clima/Energía


Mayo 2010
Glaciares / Minería
El debate en torno a la ley de protección de glaciares ha llegado a un nivel de
confusión que creemos no está conduciendo a la mejor ley posible ni aporta al
verdadero objetivo: la protección de los glaciares y del área periglacial.
Por otro lado y al mismo tiempo, este estado de situación no permite que se atienda,
con la urgencia que requiere, el problema de la minería de alto impacto que afecta a
todo el territorio nacional.
Es por eso que creemos que es necesario retomar un debate preciso en torno a la
protección de los glaciares y al freno de la minería de alto impacto; dos temas que
han adquirido una importancia superlativa en la opinión pública -en gran medida a
raíz de las luchas de poblaciones movilizadas en todo el país en contra de la
minería- y que hoy tienen, felizmente, la posibilidad de ser debatidos en el Congreso
Nacional.
En virtud de ello, es que queremos expresar, en esta síntesis, las demandas de
Greenpeace en relación a estos dos temas, a partir del trabajo realizado durante
más de 20 años en el país.
1) Veto presidencial a la Ley Nº 26.418: El veto a la Ley 26.418 fue
repudiado unánimemente por todo el sector ambiental. Dicho veto es de una
completa irracionalidad y falta de responsabilidad, se fundamenta en argumentos
absolutamente contrarios a cualquier criterio básico de protección ambiental. El
desprecio a la voluntad de establecer presupuestos mínimos de protección
ambiental se encuentra manifiesto en dicho veto, haciendo prevalecer
criterios económicos por sobre el objetivo de la ley.
Para más información ver:
“Cambio Climático: Futuro Negro para los Glaciares”
http://www.greenpeace.org/raw/content/argentina/cambio-climatico/cambio-climatico-futuro-negro-
3.pdf

Carta a la Presidente de la Nación (Nov.2008)

http://www.greenpeace.org/argentina/prensa-rss/carta-de-ongs-a-la-presidenta

2) Proyectos de ley de protección de glaciares existentes hoy en el
Congreso: Se ha establecido una polémica poco productiva entre el proyecto
aprobado por el Senado Nacional y el proyecto originalmente vetado,
nuevamente presentado, y ahora con dictamen de la Comisión de Recursos
Naturales y Protección del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados.
Ambos proyectos poseen los requisitos básicos para cumplir con el objetivo que
se proponen. Sin embargo, en ambos casos, se deberían incorporar mejoras
para incrementar su efectividad. Una descripción de esas mejoras propuestas
por Greenpeace están presentadas mediante una revisión integral del
proyecto aprobado por el Senado Nacional a finales de 2009. Allí puede
verse qué artículos nos parecen correctos y en qué artículos proponemos
modificaciones. Todas esas observaciones, tanto de los artículos
considerados correctos como las modificaciones propuestas, son válidas,
además, para ser tenidas en cuenta para el proyecto con dictamen de
mayoría en Diputados. Cualquiera de los dos proyectos debería contemplar
tales consideraciones.
Una ley de protección de los glaciares y del área periglacial es imprescindible
para monitorear estos sistemas naturales, ecosistemas en grave peligro por
efecto del calentamiento global, y brindarles protección de otras agresiones
locales, tales como la minería. La ley de protección de glaciares debe ser
acompañada además, por una política climática nacional coherente, tanto de
cara a las negociaciones internacionales como a nivel nacional, a través de la
política energética y la protección de los bosques nativos. De otro modo, esta ley
tan solo servirá para monitorear la gradual desaparición de los glaciares.
Queremos una ley que sea parte integral de una política climática de la
Argentina y que sirva para preservar estos ecosistemas.
Lamentablemente, las decisiones adoptadas, tanto por el Gobierno Nacional, así
como por el Congreso Nacional, esencialmente en materia energética, agravan la
situación de riesgo en la que se encuentran los glaciares. De poco sirve que
tengamos una ley de protección de glaciares si por otro lado y al mismo
tiempo se aprueban subsidios a los combustibles fósiles, cuya promoción
representa la mayor amenaza para los glaciares.
Para más información ver:
“Cambio Climático: Futuro Negro para los Glaciares” (2009)
http://www.greenpeace.org/raw/content/argentina/cambio-climatico/cambio-climatico-futuro-negro-
3.pdf

“Cámara de Diputados de la Nación: observaciones al Proyecto ‘Ley de presupuestos mínimos para la protección de los glaciares y del ambiente periglacial” (2009)

http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/observaciones-al-proyecto-ley.pdf

Propuesta complementaria al documento: Observaciones al Proyecto S-2200/09: “Ley de
presupuestos mínimos para la protección de los glaciares y del ambiente periglacial” (2009)

http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/observaciones-al-proyecto-ley/glaciaresobservaciones-al-pr.pdf

“Carbón, combustible para el cambio climático. Proyecto Central Térmica Río Turbio” (2009)

http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/informe-carbon-rioturbio.pdf
[R]evolución Energética. Un futuro energético sustentable para la Argentina (2009)
http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/revolucion-energetica/r-evoluci-nenergetica-un-fu.pdf

3) Minería y Glaciares: Se han generado expectativas desmedidas en torno al
alcance de una ley de protección de glaciares y su impacto sobre la actividad
minera. Si bien esta ley es una contribución positiva que establece un régimen de
protección del ambiente glaciar y periglacial que podrán redundar en el
establecimiento de límites a proyectos mineros (como es el caso de Barrick
Gold), se necesita con urgencia establecer instrumentos a otra escala para hacer
frente al grave problema de la minería en nuestro país. Las sobredimensionadas
expectativas generadas en torno a la ley de glaciares y la minería, hacen perder
de vista la real dimensión de las implicancias ambientales de la explotación
minera a lo largo de nuestro país que afectan a diferentes ecosistemas, desde
Jujuy a Santa Cruz. La magnitud del desafío ambiental que nos plantea la
minería debe ser enfrentado con los instrumentos adecuados hoy inexistentes y sin prioridad en la discusión.

Para más información ver:
“Cambio Climático: Futuro Negro para los Glaciares” (2009)
http://www.greenpeace.org/raw/content/argentina/cambio-climatico/cambio-climatico-futuro-negro-3.pdf

4) Se debe prohibir la minería con utilización de cianuro: Greenpeace
viene proponiendo desde el año 2003 la necesidad de prohibir la minería en base
a lixiviación con cianuro. Esta medida es la adecuada para hacer frente al avance
de la minería de alto impacto en nuestro país. A partir del caso de Esquel y el
proyecto de la empresa Meridian Gold, nuestra organización demandó al
Gobierno Nacional la prohibición de la minería a base de cianuro. En el año 2003
la mayoría de las actividades mineras que hoy se encuentran en ejecución aún
estaban en la fase de proyectos. La reciente “Resolución del Parlamento
Europeo sobre la prohibición general del uso de las tecnologías mineras a base
de cianuro en la UE” es un ejemplo elocuente de la razonabilidad de nuestra
demanda. Una completa descripción de los impactos del cianuro y las
razones para prohibir su uso pueden verse en nuestro informe “No todo lo
que es oro brilla” (2003).

Para más información ver:
“No todo lo que es oro brilla” (2003)
http://www.greenpeace.org/argentina/contaminaci-n/miner-a-de-oro/no-todo-lo-que-es-orobrilla.pdf

“Resolución del Parlamento Europeo sobre la prohibición general del uso de las tecnologías mineras a base de cianuro en la UE” (2010)

http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?type=MOTION&reference=B7-2010-
0241&language=ES

“Greenpeace: ‘fiebre del oro’ generará impactos ambientales en todo el país” (2003)
http://www.greenpeace.org/argentina/contaminaci-n/greenpeace-fiebre-del-oro-g

5) Duhalde ignoró el reclamo de Greenpeace para prohibir la minería con cianuro: En enero de 2003 Greenpeace presentó su propuesta para establecer la prohibición de la minería de oro con utilización de cianuro. El entonces Presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, ignoró ese pedido, así como la mayoría de los candidatos presidenciales y a legisladores de las elecciones de abril de ese año. En aquel momento, decenas de proyectos estaban aún en carpeta. Muchos de ellos están hoy en pleno desarrollo y generando contaminación.

Para más información ver:
“No todo lo que es oro brilla” (2003)
http://www.greenpeace.org/argentina/contaminaci-n/miner-a-de-oro/no-todo-lo-que-es-orobrilla.pdf

“Exigen al gobierno que quite su apoyo a multinacional minera” (2003)
http://www.greenpeace.org/argentina/contaminaci-n/exigen-al-gobierno-que-quite-s
“Greenpeace reclamó a Duhalde que prohíba la minería de oro que emplea cianuro” (2003)
http://www.greenpeace.org/argentina/contaminaci-n/greenpeace-reclam-a-duhalde-q


6) Remediación del pasivo ambiental de la minería de uranio:
Greenpeace reclama desde hace años por la remediación del pasivo ambiental
que ha dejado la minería de uranio en el país. También nos hemos opuesto a
que la Argentina contraiga deudas con el Banco Mundial para realizar esa tarea
mientras al mismo tiempo se subsidia a nuevas plantas nucleares con dinero del
Estado Nacional. Esas enormes cantidades de dinero surgen del Presupuesto
Nacional y de leyes complementarias. La actividad nuclear en Argentina no
puede continuar sin hacerse cargo de ese pasivo. En el caso de la actividad
nuclear, el Congreso debería modificar sus prioridades, si es que los
impactos ambientales de la minería entran realmente entre sus prioridades.
Para más información ver:
“Uranio” (2005)
http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/revolucion-energetica/nuclear/uranio-2.pdf
“Uranio: minería de alto impacto para una industria de alto riesgo” (2008)
http://www.greenpeace.org/argentina/prensa-rss/uranio-miner-a-de-alto-impact

7) Se debe prohibir la minería de Uranio: La minería de uranio debe ser
prohibida ya que sus impactos ambientales son muy graves. Por otro lado, esta
minería es un riesgo evitable ya que las plantas nucleares pueden ser sustituidas
por otras fuentes de energía de menor riesgo, menor impacto ambiental y con
menores costos económicos. La energía nuclear debe ser abandonada lo antes
posible. El impulso presupuestario para favorecer la extensión de la vida útil
de las actuales plantas nucleares y la aprobación de más presupuesto para
la finalización de Atucha II y de la construcción de nuevas plantas,
aprobado por el Congreso Nacional en 2009, resulta también un incentivo a
la minería de uranio en nuestro país.
Para más información ver:
“Uranio” (2005)
http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/revolucion-energetica/nuclear/uranio-2.pdf
“Uranio: minería de alto impacto para una industria de alto riesgo” (2008)
http://www.greenpeace.org/argentina/prensa-rss/uranio-miner-a-de-alto-impact
Tinogasta dijo “No a la minería de Uranio” (2007)
http://www.greenpeace.org/argentina/prensa-rss/tinogasta-dijo-no-a-la-miner
“Amenaza Nuclear: Desde la minería al almacenamiento de los residuos”
http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/revolucion-energetica/nuclear/amenazanuclear-
desde-la-mine
Greenpeace: “La nueva planta nuclear aprobada por los diputados es el método más caro para
producir energía y combatir el cambio climático” (2009)
http://www.greenpeace.org/argentina/prensa-rss/rechazo-nueva-planta-nuclear
“ATUCHA II: El tamaño del disparate” (2008)
http://www.greenpeace.org/argentina/prensa-rss/atucha-ii-el-tama-o-del-dispa-2
“Observaciones de Greenpeace al actual proceso de privatización nuclear” (1999)
http://www.greenpeace.org/argentina/nuclear/privatizaci-n-de-las-centrales.pdf
Atucha II vs Energía Eólica (2004)
http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/atucha-ii-vs-energ-a-e-lica.pdf

8) Abandonar el actual plan de expansión del carbón: Resulta
completamente irracional el proyecto del Gobierno Nacional de comenzar a
utilizar a gran escala el carbón como combustible para generar electricidad. El
primer paso es la reapertura de la mina de Río Turbio y la construcción de una
usina en esa localidad, para luego continuar con el objetivo de alcanzar una
potencia instalada de unas 17 plantas como la de Río Turbio para el año 2025.
Esto representa una completa irracionalidad energética, económica y ambiental.
La minería de carbón es una actividad que genera fuentes de trabajo
inseguras e insalubres. La quema de carbón para generar energía es la
fuente de emisiones que más contribuye al calentamiento global, fenómeno
que está acelerando el retroceso de los glaciares. Debemos agregar los
múltiples impactos en la salud y el ambiente a escala local.

Para más información ver:
“Carbón, combustible para el cambio climático. Proyecto Central Térmica Río Turbio” (2009)
http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/informe-carbon-rioturbio.pdf
[R]evolución Energética. Un futuro energético sustentable para la Argentina (2009)
http://www.greenpeace.org/argentina/cambio-climatico/revolucion-energetica/r-evoluci-nenergetica-un-fu.pdf

Para Greenpeace una política que procure proteger a los glaciares y ponerle freno a
la minería contaminante se debe desarrollar encarando los puntos antes
mencionados. Estas son las demandas que Greenpeace viene sosteniendo desde
hace muchos años y resulta oportuno volver a exponerlas claramente teniendo en
cuenta el estado del debate sobre estos temas.
Nuestras demandas han sido siempre debidamente documentadas y
presentadas públicamente. Sabemos que las mismas son objeto de múltiples
opiniones, a favor y en contra. Pero no dudamos que las mismas son los
instrumentos básicos para diseñar una política que proteja los glaciares y
detenga la minería de alto impacto.
Por eso señalamos enfáticamente que el Congreso de la Nación debe:
• Aprobar urgentemente una ley de Presupuestos Mínimos de Protección de
Glaciares y Área Periglacial, esenciales reservas de agua y reguladores del
suministro de agua en zonas como Cuyo. Estos ecosistemas están hoy en
peligro básicamente por el calentamiento global.
• Aprobar urgentemente la prohibición de la minería en base a la utilización de
cianuro, como primer paso para la erradicación de la minería de alto impacto.
• Desactivar el régimen de subsidios y beneficios que se le otorgan actualmente a
las actividades mineras – por ejemplo, la Ley 24.196 (1993)-. Sólo así se podrán
impulsar políticas de mejor aprovechamiento de los recursos naturales no
renovables.
• Prohibir la minería de uranio con fines de exportación. La minería de uranio para
el suministro de las plantas nucleares hoy en actividad debe cesar en un plazo
máximo de 10 años.
• Abandonar los proyectos de generación de energía en base a carbón a gran
escala. La minería de carbón sólo debe sostenerse para una producción básica
destinada al suministro de la actual capacidad instalada de generación.


Contactos:
Juan Carlos Villalonga Director de Campañas Greenpeace Argentina
Hernán Giardini Campaña Clima/Energía Greenpeace Argentina

lunes, 7 de junio de 2010

El clima, otro recurso natural




El Estudio de vulnerabilidad y mitigación relacionada con el impacto del cambio global sobre la producción agrícola, elaborado por el INTA, con la cooperación del Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera, del Conicet, muestra que en la región pampeana una elevación de la concentración de dióxido de carbono con el correspondiente aumento en la temperatura en superficie modificaría los rendimientos potenciales de cultivos anuales.

Las extrapolaciones indican que la producción de soja se incrementaría de un 13 % a un 41 %, la de maíz se reduciría entre 0 % y 18%; mientras que el trigo y el girasol podrían alcanzar desde incrementos del 10 % a reducciones del 16 %, en el caso del trigo, y del 4 %, en el caso del girasol. Es más, un modelo desarrollado por la NASA ubica a la Argentina como un país cuya producción agrícola total podría aumentar entre 2 y 5 por ciento.

Pero la situación en las regiones más áridas, como la Patagonia y el centro oeste (Cuyo), dependerá de la disponibilidad futura de agua. Las evaluaciones del IPCC muestran que la mayoría de los glaciares andinos tenderán a desaparecer hacia el año 2100, mientras que los glaciares patagónicos se mantendrán hasta entrado el siglo XXII, por lo tanto la disponibilidad de agua en estas regiones dependerá de las lluvias y nevadas futuras. "En este sentido, cabe recordar que durante la sequía de 1960 la carencia de agua originó en Mendoza la pérdida del 35 % del PBI", ilustra el investigador. Y agrega: "Esta situación, sumada al aumento de la población, podría limitar gravemente la importante producción frutihortícola de Mendoza, afectar la producción de energía hidráulica y reducir la disponibilidad de agua potable.

Con respecto al aumento del nivel medio del mar, podría ser de entre 15 y 88 cm. Las pérdidas en las costas argentinas alcanzarían valores del orden de 5000 millones de dólares (aproximadamente el 5% del PBI) y de unos 3400 km2 de tierras.

Como conclusión, el científico advierte: "Es importante que las autoridades, las empresas privadas, las cooperativas agrarias, comprendan de una vez por todas que sin información propia y estudios realizados sobre la realidad ambiental argentina no habrá manera de encarar formas sustentables de desarrollo para la comunidad nacional".

Calentamiento Global en Argentina


Aumento de lluvias y de sequías, incremento de las temperaturas máximas y promedio, pérdida de tierras costeras e intrusión del agua salada en sus recursos hídricos son algunos de los fenómenos que los modelos climáticos permiten pronosticar para las próximas décadas.

Según estudios del doctor Juan Carlos Labraga, investigador del Centro Nacional Patagónico y especialista internacionalmente reconocido en el tema, aunque la previsión en este caso es compleja, existe consenso sobre ciertos parámetros. Los escenarios indican que el mayor calentamiento se produciría en el Noroeste. En verano, la máxima diaria podría incrementarse en 1,2 a 4,2 grados. Con respecto a las precipitaciones, en verano y otoño, el sur y la región occidental (al oeste del meridiano de 67 grados O.) experimentarán una disminución de las precipitaciones. Pero la oriental experimentará el fenómeno contrario, particularmente en el norte de la Mesopotamia. En invierno y primavera, la zona norte experimentará aumento de lluvia, pero en Cuyo y el norte de la

Según el científico, los cambios en la distribución e intensidad de las lluvias, así como el incremento de la sequedad debido al aumento de la evapotranspiración real, impondrán restricciones a la agricultura, particularmente por los problemas derivados de los cambios en las precipitaciones y por la disminución del hielo de los glaciares.

Según el científico, los cambios en la distribución e intensidad de las lluvias, así como el incremento de la sequedad debido al aumento de la evapotranspiración real, impondrán restricciones a la agricultura, particularmente por los problemas derivados de los cambios en las precipitaciones y por la disminución del hielo de los glaciares.


Sin embargo, los efectos de la alteración del metabolismo terrestre no son directos y unidireccionales. "Si bien las redes de observación de las cantidades de precipitación total, líquida y sólida muestran serias deficiencias -explica el especialista-, los trabajos de investigadores locales han permitido comprobar incrementos del orden del 35 % en las precipitaciones al oeste de la pampa húmeda y, como consecuencia, un notable mejoramiento de las tierras de cultivo y pastoreo. Esto sugeriría un impacto beneficioso del calentamiento terrestre, siempre y cuando pudiéramos hacer una evaluación integrada de los efectos positivos en el riego natural y los problemas de inundación."



Originalmente, un fenómeno natural


El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite la vida en la Tierra. Es causado por una serie de gases que se encuentran en la atmósfera, provocando que parte del calor del sol que nuestro planeta refleja quede atrapado manteniendo la temperatura media global en +15º centígrados, favorable a la vida, en lugar de -18 º centígrados, que resultarían nocivos.

Así, durante muchos millones de años, el efecto invernadero natural mantuvo el clima de la Tierra a una temperatura media relativamente estable y permitía que se desarrollase la vida. Los gases invernadero retenían el calor del sol cerca de la superficie de la tierra, ayudando a la evaporación del agua superficial para formar las nubes, las cuales devuelven el agua a la Tierra, en un ciclo vital que se había mantenido en equilibrio.

Durante unos 160 mil años, la Tierra tuvo dos periodos en los que las temperaturas medias globales fueron alrededor de 5º centígrados más bajas de las actuales. El cambio fue lento, transcurrieron varios miles de años para salir de la era glacial. Ahora, sin embargo, las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera están creciendo rápidamente, como consecuencia de que el mundo quema cantidades cada vez mayores de combustibles fósiles y destruye los bosques y praderas, que de otro modo podrían absorber dióxido de carbono y favorecer el equilibrio de la temperatura.

Ante ello, la comunidad científica internacional ha alertado de que si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en los combustibles fósiles, siguen aumentando al ritmo actual , antes del año 2050 las concentraciones de dióxido de carbono se habrán duplicado con respecto a las que había antes de la Revolución Industrial. Esto podría acarrear consecuencias funestas para la viva planetaria.

¿Por qué preocupa tanto?


El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático es que en el último siglo el ritmo de estas variaciones se ha acelerado de manera anómala, a tal grado que afecta ya la vida planetaria . Al buscar la causa de esta aceleración, algunos científicos encontraron que existe una relación directa entre el calentamiento global o cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), provocado principalmente por las sociedades industrializadas. Su efecto directo, el cambio climático, que ocupa buena parte de los esfuerzos de la comunidad científica internacional para estudiarlo y controlarlo, porque, afirman, pone en riesgo el futuro de la humanidad. Preocupa tanto ya que destacados científicos coinciden en que el incremento de la concentración de gases efecto invernadero en la atmósfera terrestre está provocando alteraciones en el clima. Coinciden también en que las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) han sido muy intensas a partir de la Revolución Industrial, momento a partir del cual la acción del hombre sobre la naturaleza se hizo intensa.

Efectos potenciales.

Muchas organizaciones (tanto públicas como privadas, incluyendo gobiernos y personas individuales) están preocupados que los efectos que el calentamiento global pueda producir sean profundamente negativos, incluso catastróficos tanto a nivel mundial como en regiones vulnerables especificas. Esos efectos incluyen no solo el medio ambiente sino repercusiones económicas y biológicas (especialmente en la agricultura) que a su vez podrían afectar el bienestar general de la humanidad. Por ejemplo, un informe del Centro de Seguridad Nacional de USA advierte que: “en los próximos 30 o 40 años va a haber guerras por agua, una creciente inestabilidad causada por hambruna, enfermedades y la elevación de los niveles del mar y olas de refugiados. “El caos resultante será un ‘caldo de cultivo’ para disturbios civiles, genocidio y el crecimiento del terrorismo” y Javier Solana ha sugerido: “El cambio climático también causa graves riesgos políticos y de seguridad que afectan directamente a los intereses europeos. Esa es la razón por la que necesitamos para hacer frente a estos juntos, como europeos.”

Ciertos fenómenos, como la disminución de los glaciares, la elevación del nivel de los mares y los cambios meteorológicos se han considerado consecuencias del calentamiento global que pueden influir en las actividades humanas y en los ecosistemas. Algunas especies pueden ser forzadas a emigrar de sus hábitats para evitar su extinción debido a las condiciones cambiantes, mientras otras especies pueden extenderse. Pocas ecorregiones pueden esperar no resultar afectadas.(Para todo lo anterior, ver Revista Ecosistemas: Los efectos biológicos del cambio climático, resumen de la puesta en común que un grupo de alumnos hicieron para un curso de doctorado del programa "Cambio global y desarrollo sostenible" de la Universidad de Alcalá).

Otro motivo de gran preocupación es la elevación del nivel de los mares. Los niveles de los mares se están elevando entre 1 y 2 centímetros por decenio, a la vez que se agudizan los fenómenos climáticos extremos, y algunas naciones isleñas del Océano Pacífico, como Tuvalu, ya están trabajando en los detalles de una eventual evacuación . El calentamiento global produce un aumento de la cantidad de agua líquida procedente de la reducción de los glaciares de montaña y se teme un decrecimiento de los casquetes glaciares.

Conforme el clima se haga más cálido la evaporación se incrementará. Esto causaría un aumento de las precipitaciones lluviosas y más erosión. El IPCC pronostica un aumento de las precipitaciones en las regiones frías (latitudes altas) y en ciertas regiones tropicales lluviosas, a la vez que una reducción en las zonas secas de latitudes medias y tropicales, como la cuenca mediterránea o el nordeste brasileño. Es decir, un clima más extremo con la precipitación repartida de forma más desigual.

Anomalía de temperaturas medias en el período 1995 - 2004.

El aumento de la temperatura no sigue una ley lineal, sino que presenta fluctuaciones debidas a procesos y la variabilidad natural, siendo la más notable de ellas el fenómeno de El Niño. Durante el mismo periodo las temperaturas en la superficie terrestre muestran un incremento de aproximadamente 0,15 °C por decenio, que se contrarrestan en ciclos opuestos del mismo. Esto sugiere que el proceso de calentamiento podría sufrir un acelaramiento repentino o que sea capaz de desencadenar cambios bruscos, anómalos y caóticos de temperatura (por ejemplo, tormentas, huracanes, sequías, etc, extremas) o incluso extremos globalizados o localizados de baja temperatura con efectos que podrían no ser fácilmente reversibles posteriormente.

jueves, 3 de junio de 2010

¿Qué es el calentamiento global?



El calentamiento global es un término utilizado para referirse al fenómeno del aumento de la temperatura media global de la atmósfera terrestre y de los océanos.
El calentamiento global está asociado a un cambio climático, que puede tener causa antropogénica o no. El principal efecto que causa el calentamiento global es el efecto invernadero, fenómeno que se refiere a la absorción (por ciertos gases atmosféricos; principalmente C02) de parte de la energía que el suelo emite como consecuencia de haber sido calentado por la radiación solar. El cuerpo de la ONU encargado del análisis de los datos científicos relevantes -el IPCC (Inter-Governmental Panel on Climate Change o Panel Intergubernamental del Cambio Climático)- sostiene que "la mayoría de los aumentos observados en las temperaturas medias del globo desde la mitad del siglo XX son muy probablemente debidos al aumento observado en las concentraciones de GEI antropogénicas". Esto es conocido como la teoría antropogénica y predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero. Cualquier tipo de cambio climático además implica cambios en otras variables. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que intentan simular la física de la atmósfera y del océano.